El pasado 1 de julio, Hong Kong celebró el 23.º aniversario de su retorno a la patria. Los 7,5 millones de residentes hongkoneses recibieron un regalo especial para la gran fiesta: la entrada en vigor de la ley para la salvaguardia de la seguridad nacional en la RAE de Hong Kong.
Con 66 artículos en seis capítulos, la nueva ley define claramente los deberes y órganos gubernamentales de Hong Kong respecto a la seguridad nacional, y aborda crímenes que incluyen la secesión, la subversión, las actividades terroristas y la confabulación con fuerzas extranjeras. La ley ha llenado la laguna jurídica que existía en materia de la seguridad nacional en la RAE de Hong Kong, al tiempo que difunde un mensaje tranquilizador a la comunidad local que ha vivido los disturbios sociales desde junio del año pasado.

La ley ha llenado la laguna jurídica que existía en materia de la seguridad nacional en la RAE de Hong Kong.
Desde líderes empresariales hasta académicos, desde maestros hasta taxistas, gente de diversos círculos sociales aplaude la llegada de la nueva ley, considerándola como el "protector" de la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong.
Muchos ciudadanos hongkoneses abandonan sus planes de inmigración afirmando que la "salvación" de su ciudad está conseguida. El mercado bursátil responde con fuertes subidas en días consecutivos debido a que la confianza de los inversores se incrementa.

El mercado bursátil responde con fuertes subidas en días consecutivos debido a que la confianza de los inversores se incrementa.
Sin embargo, algunos políticos estadounidenses tapan los oídos a los hechos y apuntan mal su dedo acusador a los asuntos internos de China, moviendo la bandera política de los derechos humanos y la libertad. En la realidad, la ley de seguridad nacional para Hong Kong no perjudica los derechos y la libertad de los habitantes hongkoneses ni los derechos e intereses legítimos de los inversores extranjeros en la región. En cambio, la ley previene y castiga los crímenes para asegurar que los ciudadanos puedan disfrutar de sus derechos y libertades.
Asimismo, es tan infundada como politizada la acusación de que la nueva ley socavará el principio "un país, dos sistemas". Hong Kong mantendrá sin cambio el alto grado de autonomía, su sistema judicial independiente, su sistema político único y su sistema económico. Pero recordemos que la base de "un país, dos sistemas" es el principio de "un país", es la aceptación de que Hong Kong es parte de China y la seguridad nacional debe estar garantizada en todo el territorio chino.

La base de "un país, dos sistemas" es el principio de "un país", es la aceptación de que Hong Kong es parte de China.
Recientemente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, más de 70 países han mostrado su apoyo a la legislación sobre la seguridad nacional en la RAE de Hong Kong de China, lo que demuestra que la justicia permanece en el corazón de la gente.
Ahora bajo un cielo más puro, la Perla del Oriente brilla con esperanza, convencimiento y luz propia.