Con el sexto centenario de la Ciudad Prohibida cada vez más cerca, la restauración está en su etapa final. El verdadero esplendor del pasado de la China imperial puede apreciarse ahora. Ha madurado hasta convertirse en un tesoro mundial. Un lugar que es herencia de la humanidad y que abre sus puertas a 80 mil visitantes al día. Alguna vez se le consideró el centro del mundo y hogar de gobernantes divinos sobre la faz de la tierra. Con el nacimiento de una nueva China, al palacio se le ha dado también una nueva identidad. Ha sido transformado de un reducto imperial hermético a ser el museo más visitado del mundo. Durante más de seis siglos, la Ciudad Prohibida ha sido el corazón de dramas nacionales, y ha atestiguado sus cambios más profundos. Símbolo de la fortaleza y resistencia de la nación, hoy se yergue como un icono chino.