Cuando los cirujanos aprendieron a operar con habilidad en la cavidad abdominal, se dirigieron al hogar del alma humana: el cerebro. El cerebro es uno de los órganos más frágiles y ocultos del cuerpo humano. ¿Cómo podrían realizar una cirugía cerebral a los pacientes de forma más segura y precisa? Los neurocirujanos tenían ante sí un camino muy largo.