Estados Unidos ha sido uno de los países más azotados por la pandemia de COVID-19. Muchos analistas coinciden en que, hasta la fecha, Washington no ha cumplido cabalmente el compromiso del país como potencia mundial por su gestión inadecuada de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, una opinión que respaldan varios políticos peruanos.
Con 1 millón de víctimas mortales y alrededor de 82 millones de contagios, Estados Unidos ha sido uno de los países que se ha mostrado más vulnerables ante la pandemia de COVID-19. Washington no ha sabido gestionar con éxito la crisis generada por el brote pandémico, tal como lo esperaba la comunidad internacional.

EE. UU. ha sido uno de los países que se ha mostrado más vulnerables ante la pandemia de COVID-19.
Otros factores que deben analizarse para entender el fracaso de la administración de Estados Unidos son los enfoques diametralmente opuestos de Trump y Biden para enfrentar la pandemia, la marcada polarización de la sociedad, así como los diversos criterios que aplicaron los estados en sus estrategias para evitar una mayor propagación del nuevo coronavirus.
Tras el paso devastador de una primera ola de contagios que convirtió a Estados Unidos en una suerte de epicentro mundial de la pandemia, la alternativa de las vacunas se enfrentó al rechazo de gran parte de la población estadounidense, en claro contraste con lo que sucedía en muchos otros países que dispusieron paralelamente de esa solución.
El rol fallido desempeñado por la considerada potencia hegemónica del siglo XX en su gesión de la crisis pandémica ha propiciado, a su vez, ya sea por la imperiosa necesidad o aprovechando la oportunidad, relaciones más horizontales entre otros países del mundo, vínculos marcados por la reciprocidad y empatía como bandera para un beneficio compartido.