Luiz Inácio Lula da Silva viajó a China meses después de ser investido nuevamente presidente de Brasil. Al finalizar su primera presidencia, el comercio entre los dos países había pasado de ser prácticamente inexistente a alcanzar casi 60.000 millones de dólares. En 2009, China se convirtió en el principal socio comercial de Brasil. Desde entonces, los intercambios comerciales han continuado creciendo.

De acuerdo con las estadísticas ofrecidas por la Administración General de Aduanas de China, el valor de los intercambios comerciales entre los dos países superó en 2022 la cifra de un billón 142 mil millones de yuanes, lo que supone un aumento interanual del 8,1 %. Para Brasil, el valor del comercio con China dobla al del segundo socio comercial, EE. UU., con quien además presenta un déficit comercial, mientras que con el país asiático registra un superávit comercial de 316.590 millones de yuanes.
Para China, Brasil supone el mayor socio comercial en Latinoamérica, representando el 35,3 % de sus intercambios comerciales con la región.
Las exportaciones de China a Brasil alcanzaron en 2022 los 412.810 millones de yuanes, lo que supone un incremento interanual del 19,3 %. Por su parte, las importaciones de China desde Brasil se elevaron hasta los 729.400 millones de yuanes, una subida del 2,6 % respecto al año anterior.

China es el principal destino de exportación y el principal origen de importación para Brasil.
China es a la vez el principal destino de exportación y el principal origen de importación para Brasil. El 27 % del total de sus exportaciones tienen al país asiático como destino. Entre los productos brasileños más enviados a China, destacan las partidas de soja con un 35 % del valor total de las exportaciones, mineral de hierro y concentrados con un 20 % del total, petróleo y otros combustibles en crudo con un 19 % del total, y carnes, principalmente bovina, con un 11,6 %. El perfil de las exportaciones brasileños es de bajo valor añadido y no está muy diversificado, volviéndolo relativamente vulnerable, ya que más del 85 % del valor total de las exportaciones corresponde a esas cuatro partidas.
Al desglosar las importaciones brasileñas desde China, predominan los productos manufacturados, pero presentan una mayor diversificación que las exportaciones. En 2022, la principal partida de importación fue la de válvulas y tubos, diodos y transistores con un 11 %; seguida por componentes químicos orgánicos e inorgánicos con un 8,2 % y equipos de telecomunicaciones con un 6,8 %.
En cuanto a los flujos de inversión, Brasil llegó a representar el 47 % de la inversión extranjera directa de China en América Latina, con un total de más de 66.000 millones de dólares desde 2010. De 2010 a 2021, Brasil recibió 22.470 millones de dólares del Banco de Desarrollo de China y del Banco de Exportación e Importación de China. En 2021, Brasil fue el país que más inversiones chinas recibió en el mundo, con 5.900 millones de dólares (el 13,6% del total mundial).
Las inversiones de China suponen una fuente fundamental de recursos para la economía brasileña. Sin embargo, presentan una excesiva concentración en áreas como la electricidad y minería. Entre 2007 y 2021, el 76,4 % de las inversiones chinas se concentraron en el sector energético, mientras que sólo el 5,5% se destinó a la industria manufacturera y el 4,5% a obras de infraestructura, entre otras grandes necesidades de la economía brasileña. Este desequilibrio ofrece margen de mejora y oportunidades para socios comerciales como China.
(Contribución de Luis Martín Rodríguez, analista de economía de CGTN Español.)