Residentes del norte de Gaza denuncian que están arriesgando sus vidas intentando huir hacia el sur de la Franja.  

"Ya no queda lugar seguro en la Franja de Gaza. Mi hijo fue herido, y no hay hospitales disponibles para que pueda curarse. No tenemos agua para lavarnos. Mucha gente aún tiene esperanzas de que esto se solucione, pero quién sabe si podremos llegar vivos a ese día. Tenemos que marcharnos, no hay otra manera. El mundo nos ha abandonado", afirmó un residente local. 

"La muerte está por todas partes. Los bombardeos continúan todos los días, ni un segundo sin que haya un bombardeo sobre Gaza. Nos hemos estado moviendo en carros de burros por encima de las ruinas. Las calles están destruidas, los edificios se han derrumbado. A menudo vamos a mitad de camino y nos encontramos con que la carretera está bloqueada por escombros, entonces tenemos que darnos la vuelta y continuar por otro sitio. Es como una sentencia", así expresó otro refugiado.