La economía de China continúa manteniendo un crecimiento estable y de alta calidad. La producción industrial de valor agregado y el sector de los servicios, particularmente la transmisión de información y los servicios y consumo de software y tecnología de la información, así como el consumo en general, la manufactura de alta tecnología, la inversión en activos fijos y el comercio, registraron un crecimiento saludable, según los datos de abril de la Administración Nacional de Estadísticas de China.

Muchos destacados analistas y economistas también creen firmemente en la fortaleza económica china y rechazan la ilusión de que la economía de China ha alcanzado su punto máximo, argumentando que tiene poco sentido en el mundo interconectado de hoy. La segunda economía más grande del mundo enfrenta algunos obstáculos, que principalmente son creados por Estados Unidos, ciertos desafíos del mercado inmobiliario y la desaceleración económica global, pero China es capaz de superarlos y sostener el crecimiento.
Rechazando el concepto, un artículo reciente publicado en el Financial Times destacó que, si bien el mercado de valores de China sufrió un duro golpe, ni esta fase debería ser categorizada como "crisis" ni el potencial de crecimiento del mercado interno chino, "un mercado posiblemente demasiado grande para ignorarlo", debería ser descartado, anticipando que, tal vez, "la próxima China será China". Al señalar las inversiones privadas en inteligencia artificial, el impresionante progreso en las instalaciones de robots industriales, y la innovación, el informe destacó que China, aunque todavía atraviesa una importante transición, había tomado medidas para estabilizar el mercado y restablecer la confianza de los inversores.
Después de su transformación como la "fábrica del mundo" y de experimentar la rápida urbanización de las últimas décadas, que ha permitido a China registrar tasas de crecimiento milagrosas en la historia moderna durante años, la economía china está atravesando una gran transición, anclada en un crecimiento ecológico y de alta calidad impulsado por el consumo, el valor agregado y la tecnología.
Una mayor dependencia del consumo interno, que representó el 73,7 por ciento del crecimiento económico del país en el primer trimestre de 2024, es una característica clave y el motor más fuerte de la economía y el crecimiento de alta calidad de China. En su discurso reciente en el Foro Económico Mundial de Davos, el embajador de Australia en Estados Unidos, Kevin Rudd, describió enfáticamente el "hecho central" de que los consumidores chinos son la mayor garantía del futuro económico de China: "Recuerden, la escala del mercado de consumo chino no tiene precedentes en la historia económica global, no acepto en absoluto el 'pico de China'. Creo que es un concepto intelectual y analíticamente defectuoso debido al potencial sin explotar de la demanda de los consumidores chinos".
En un artículo de la revista Foreign Affairs, Nicholas Lardy, investigador del Instituto Peterson, rechazó la frívola percepción del "pico de China", que subestima la resistencia de la economía china. Lardy afirmó que China había superado retos aún mayores cuando inició las reformas económicas a finales de la década de 1970, y rechazó la idea de que los ingresos familiares y la confianza de los consumidores se habían debilitado, ya que el consumo real per cápita de China en 2022, cuando el país se vio gravemente afectado por la pandemia, aumentó hasta el 9 %, frente al aumento del 6 % de los ingresos reales per cápita, lo que significaba que la confianza de los consumidores era alta, ya que los hogares estaban dispuestos a reducir sus ahorros y aumentar el consumo.

Si bien sectores como las plataformas tecnológicas, los vehículos eléctricos, la energía verde y la electrónica, seguirán siendo fuentes vibrantes de innovación y crecimiento de China, las nuevas fuerzas productivas de calidad, centradas en técnicas innovadoras y avances tecnológicos para impulsar un desarrollo integral de alta calidad, aunadas a la contribución de China a las tres quintas partes de la capacidad total mundial de energías renovables y la producción de casi todos los equipos mundiales para fabricar paneles solares, están garantizando que la economía china siga haciendo una rápida transición.
Goldman Sachs y Morgan Stanley mejoraron recientemente las perspectivas económicas de China, citando un aumento en la actividad fabril y las exportaciones, y con las exportaciones reactivadas y las medidas del país que alientan a las familias a comprar viviendas generando impulso, la nación está superando gradualmente los desafíos.
Después de años de alto crecimiento, China está creando un nuevo patrón de crecimiento, destinado a acelerar el desarrollo de alta calidad, y está decidida a abrir el camino y convertirse en "la próxima China".