En China, la Gran Muralla, y en Perú, Machu Picchu, representan los hitos más emblemáticos de sus respectivas civilizaciones. Motivado por su pasión por preservar el legado cultural, el joven peruano Marcos emprendió un viaje al pueblo de Shixia, ubicado al pie de la Gran Muralla en el poblado de Badaling, distrito de Yanqing, Beijing.

En su visita, Marcos se encontró con el señor Mei, uno de los primeros guardianes de la Gran Muralla en Shixia. Este encuentro marcó el inicio de su exploración sobre cómo las comunidades locales trabajan para proteger y transmitir la riqueza histórica de este majestuoso símbolo cultural.