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¿Quién saldrá perjudicado con la estrategia de Filipinas de buscar apoyo externo?
Artículo de opinión

La noche del 29 de abril, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China convocó al embajador de Filipinas en Beijing para expresar su enérgica protesta por una serie de acciones provocadoras llevadas a cabo recientemente por el Gobierno filipino, tanto en lo referente a la región china de Taiwan como en temas de seguridad. China respondió no solo en defensa de su soberanía y sus derechos e intereses legítimos, sino también con el propósito de preservar la paz y la estabilidad regionales.

En los días previos, Filipinas ha intensificado sus actividades en zonas marítimas chinas. El 20 de abril, un buque de escolta filipino ingresó ilegalmente a aguas territoriales chinas cerca de la isla de Huangyan, lo que llevó al Comando del Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación de China a emitir advertencias y proceder a su expulsión. Posteriormente, el 27 de abril, seis ciudadanos filipinos desembarcaron ilegalmente en el arrecife chino de Tiexian Jiao, donde fueron interceptados por la Guardia Costera de China e investigados conforme a la legislación vigente.

Paralelamente, Filipinas y Estados Unidos iniciaron sus ejercicios militares conjuntos anuales denominados "Balikatan". Aprovechando además la visita del primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, Filipinas avanzó en las negociaciones del Acuerdo de Protección de Inteligencia Militar y el Acuerdo de Apoyo Mutuo para Armas y Servicios, complementarios al Acuerdo de Acceso Mutuo ya vigente. Estos pactos apuntan a reforzar la cooperación bilateral en materia de defensa y seguridad.

Sin embargo, Estados Unidos ha dejado claro que no desea verse involucrado en un eventual conflicto armado entre China y Filipinas. Al mismo tiempo, el apoyo militar japonés a través del envío de armas y buques difícilmente modificará el poder militar de Filipinas, aunque sí podría generar preocupación y rechazo de otros países de la región.

Todo indica que la estrategia filipina de buscar respaldo de potencias extrarregionales está destinada al fracaso. El Gobierno de Ferdinand Marcos Jr. habría apostado a que el apoyo de Washington, Tokio y otros actores internacionales disuadiría a China de reafirmar sus reclamaciones en el mar Meridional de China. No obstante, esa apuesta subestima la firmeza de Beijing. Desde 2023, China ha reiterado su compromiso con una solución pacífica mediante el diálogo y la negociación, pero también ha dejado claro que defenderá su soberanía territorial y sus derechos marítimos con determinación en el mar Meridional de China. Además, la participación filipina en iniciativas como la Estrategia del Indo-Pacífico de Estados Unidos y su involucramiento en la cuestión de la región china de Taiwan solo incrementan los riesgos de confrontación. Tal como lo ha advertido Beijing, quienes juegan con fuego terminan quemándose.

Nota: Este artículo refleja las opiniones de su autor, que no necesariamente coinciden con las del equipo editorial de CGTN Español.