Las autoridades rusas informaron que al menos siete personas murieron tras el descarrilamiento de un tren provocado por el colapso de un puente sobre las vías en la región de Bryansk, fronteriza con Ucrania. 

El gobernador de Bryansk señaló que 30 personas resultaron heridas, entre ellas dos niños, en el incidente ocurrido la noche del 31 de mayo. Los Ferrocarriles de Moscú atribuyeron el colapso a una "interferencia ilegal", aunque no se especificó a qué se refería exactamente ese término. El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia indicó que continúan las labores de rescate, con la participación de unos 180 efectivos.