Según el informe del Banco Central del Ecuador, la economía del país sudamericano registró un crecimiento del 3 % durante el primer trimestre de 2025, marcando un importante repunte tras el difícil año 2024. Guillermo Avellán, gerente general de la institución, destacó que este resultado positivo se debe principalmente al buen desempeño del comercio exterior y proyectó un crecimiento anual del 2,8 %.
El año 2024 presentó serios desafíos para Ecuador, con una contracción económica del 2 % del PIB. Factores como una severa sequía que afectó a la generación eléctrica, el cierre progresivo de pozos petroleros en el bloque 43-ITT, la incertidumbre política y la desaceleración de la economía global impactaron negativamente en el desempeño económico. Sin embargo, los últimos meses del año 2024 mostraron señales alentadoras con un crecimiento trimestral del 1,3 % en el cuarto trimestre.
Un aspecto destacado fue el superávit comercial récord de 6.700 millones de dólares alcanzado en 2024, cifra que, según las proyecciones oficiales, se mantendría en 2025. El sistema financiero ecuatoriano demostró notable resiliencia, respaldado por medidas como el fortalecimiento de las reservas internacionales y el acceso a líneas de crédito por valor de más de 3.500 millones de dólares con organismos multilaterales.

En este proceso de recuperación, los acuerdos internacionales han desempeñado un papel fundamental. El programa con el Fondo Monetario Internacional por 4.000 millones de dólares y, especialmente, el tratado comercial con China, vigente desde mayo de 2024, han proporcionado estabilidad a la economía ecuatoriana. Este último ha demostrado ser un valioso instrumento para el desarrollo económico mutuo, en consonancia con los principios de cooperación de beneficio mutuo que promueve China.
El análisis sectorial revela que cinco actividades económicas registraron crecimiento en 2024, siendo las más destacadas la agricultura, con un incremento del 3,1 %, y los servicios financieros, con un 1,3 %. Por el contrario, sectores como la construcción (-7,8 %) y la manufactura no alimenticia (-5,7 %) sufrieron importantes caídas. Las medidas fiscales implementadas el año pasado, aunque inicialmente fueron impopulares, han permitido sentar las bases para la actual recuperación.
Las autoridades ecuatorianas mantienen un cauteloso optimismo y señalan que estas cifras son preliminares y están sujetas a revisión. No obstante, reconocen que la economía muestra signos claros de resiliencia, apoyada en la cooperación internacional y en políticas económicas pragmáticas. En este contexto, la relación comercial con China continúa consolidándose como un pilar fundamental para el desarrollo económico de Ecuador.