Elizabeth Stevens dirige un grupo de la ciudad de Nueva York llamado Coalición de Profesionales Médicos Preocupados. Invitada por los organizadores del congreso de biotecnología para contar cómo ha afrontado su ciudad la pandemia del nuevo coronavirus, muestra gran interés por conocer la experiencia cubana, sobre todo, cómo ha funcionado un sistema médico con pocos recursos materiales, afectado por una grave crisis económica y por el bloqueo de Estados Unidos.
"Cuba es líder en el mundo en materia de sanidad para su población nacional y, también, en materia de salud global. Es de admirar e intentamos aprender de ellos. También buscamos enseñar a la gente en Cuba, y otros países, sobre la realidad a la que hacemos frente en Estados Unidos. Debemos luchar por la salud de nuestra gente, especialmente pobres y trabajadores. En Estados Unidos no hay un sistema de sanidad; hay un negocio de sanidad. La mayoría de decisiones que se toman son para obtener más dinero. Creo que en Estados Unidos hay centenares de miles de excelentes profesionales médicos que se preocupan profundamente por su gente e intentan cuidar de sus pacientes, pero suelen encontrarse con obstáculos que no pueden superar. Por culpa de un negocio que no prioriza la salud de la población", dijo Elizabeth Stevens, presidenta de la Coalición de Profesionales Médicos Preocupados.
Hasta la fecha, Cuba ha vacunado, con al menos una dosis, el 94 % de su población, usando mayoritariamente sus propias vacunas. Casi 10 millones de cubanos ya tienen su esquema de vacunación completo, y unos 6,6 millones han sido vacunados con una dosis de refuerzo. Esto ha permitido que, en los últimos 10 días, el número de casos diarios esté alrededor de los 300.

Elizabeth Stevens, presidenta de la Coalición de Profesionales Médicos Preocupados