"Recalibrar la dirección del gigantesco barco que representa la relación entre China y Estados Unidos requiere que ambas partes tomen el timón y avancen en la dirección correcta". Así lo señaló el presidente chino, Xi Jinping, durante una conversación telefónica sostenida el 5 de junio con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

Casi un mes después de los acuerdos alcanzados en Ginebra, la llamada adquiere especial relevancia. En ese encuentro en Suiza, las delegaciones comerciales de ambos países pactaron una reducción general de aranceles durante 90 días a partir del 14 de mayo, además de comprometerse a mantener las negociaciones abiertas y establecer un mecanismo de consultas regulares. Xi destacó durante la conversación que el diálogo y la cooperación siguen siendo el camino más adecuado para ambas partes, y señaló que China ha estado aplicando lo acordado con seriedad. También afirmó que Beijing cumplió con lo pactado, y pidió a Washington reconocer los avances logrados y retirar las medidas perjudiciales adoptadas contra China.
Durante la conversación, el mandatario chino señaló la importancia de reforzar la comunicación en áreas como política exterior, economía, defensa y cooperación legal. Subrayó además la necesidad de manejar con cautela la cuestión de Taiwan. Por su parte, Trump reafirmó la adhesión de Estados Unidos a la política de una sola China y expresó su disposición a sostener pronto una nueva ronda de conversaciones bilaterales.
La conversación tuvo lugar en un contexto de persistentes tensiones que afectan al sistema internacional en su conjunto, y puede contribuir a encauzar las relaciones entre ambos países hacia una mayor estabilidad a largo plazo.