En 1985, Guo Chengwang lideró a toda la familia en la plantación de árboles. En 1990, Guo utilizó todos sus ahorros para comprar plantones. Durante siglos, este lugar fue una tierra estéril y sin vida. Sin embargo, gracias a los esfuerzos colectivos de reforestación, incluido el milagro verde de una familia en las profundidades del desierto de Mu Us, este paisaje desértico antaño desolado está desapareciendo gradualmente del mapa.